Un diseño sencillo siempre puede sofisticarse a través de las fornituras. En ocasiones, botones, cintas, cremalleras, cristales o bordados, pueden convertir una pieza sosa, vulgar, en algo original y creativo. Incluso hay quien ha hecho de alguno de estos elementos su signo de identidad. Las fornituras, entre las que se cuentan los botones, van más allá de lo puramente funcional para ser un elemento de peso en la moda. Los botones de Burberry, por ejemplo, tuvieron durante mucho tiempo, y muy probablemente vuelvan a tener, sello español. Disboton, con sede en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), tiene a una gran variedad de marcas inglesas en su listado de clientes, apoyando así al emblemático british style.
La compañía fabrica tanto para los grandes grupos como para las firmas más reconocidas en la Fashion Week de París, Londres, Milán y Nueva York entre gran variedad de desfiles prestigiosos en todo el mundo.
Europa es la principal área comercial de la compañía, aunque en los últimos años ha pisado el acelerador en economías emergentes, como Rusia, México y diversos países de Latinoamérica entre los que destacan Colombia y Argentina. El plan de internacionalización de la empresa, tras el camino recorrido, es seguir abriéndose al mundo expandiendo su red comercial allá donde se detecten nuevas oportunidades de crecimiento.
En sus inicios, el fundador de la compañía, José Oriol Marín, vendía sus colecciones a mercerías y confección de prendas de alta gama alta. Con el tiempo y siendo conscientes del cambio de rumbo del negocio de la moda y la transformación de la industria textil y de la confección, se tomó la decisión de reorientar el enfoque inicial y crear otras líneas enfocadas al fast fashion para satisfacer las necesidades de todo tipo de clientes.